SAN JOSE DE CALASANZ, EL VALOR DE LA HUMILDAD, SU ORACIÓN PARA ESTUDIANTES Y ÉXAMENES


 San José de Calasanz decía con frecuencia:

-Quisiera ser santo para ser humilde.
Y, en realidad, no se puede dar con menos palabras una definición tan exacta de la condición más indispensable para alcanzar la santidad. 

 
Humilde en grado heroico fue José de Calasanz, y las palabras suyas que acabamos de reproducir lo demuestran plenamente, pues la verdadera humildad consiste en no valorarse a sí mismo, en no creerse dotado de ésta ni de ninguna virtud y en considerar como merecidos todos los menosprecios, todas las injurias, todos los trabajos y todas las penalidades.
El amor que José de Calasanz profesaba a la humildad se manifestaba en las exhortaciones que dirigía a sus discípulos. -La humildad -les decía- es el camino del cielo, donde no se entra sino humillándose.
La santa humildad es medio seguro de hallar en abundancia los dones y las gracias de Dios. Pero no sólo con palabras se hallaba en posesión de tan preciosa virtud.
Pudo ocupar una posición brillante en el mundo por la nobleza y fortuna de sus padres, y en lugar de ser un glorioso caudillo o eminente letrado, como muchos de sus ascendientes, prefirió, contra la voluntad de su padre, ser un humilde sacerdote. Pudo también en este estado llegar a las más altas dignidades de la Iglesia, y no sólo las rehusó, sino que renunció las prebendas y beneficios que obtuvo por sus méritos.
Ya fundador de las Escuelas Pías, no una, sino varias veces le fue ofrecido por diferentes pontífices el capelo cardenalicio, pero él les suplicó que desistieran de ese propósito. Siempre huyó de toda ostentación y rechazó toda alabanza, llegando en este punto al extremo de rogar a su confesor que jamás le elogiase cuando le daba cuenta de alguna obra que había hecho o pensaba hacer, porque lo que había de bueno en ella era de Dios y lo imperfecto suyo.
Cierto día que un joven fue a darle las gracias por su curación, sabiendo que había orado por él, le contestó:
-Hijo mío, no he podido ser yo, porque soy un gran pecador. 

 
Cuando fue depuesto del cargo de superior general, dijo a los que fueron a consolarle:
-He tenido mayor satisfacción al ser depuesto del generalato que el aceptarlo, porque sé muy bien que no lo merecía.
Enemigo de toda exhibición que tuviera por objeto honrarle, no consintió nunca que le retratasen, y un día que, a instancias de sus súbditos comenzó a tomar cierto pintor un diseño de sus facciones, le atajó diciendo:
-¿Qué locura es ésa? ¿Cuándo os he mandado que me retratéis? ¿Os he pagado algo por ello?
Y sin más explicaciones le despidió, impidiéndole que continuara.
Uno de los testigos en el proceso de su beatificación declaró lo siguiente:

"Lo que más admiraba yo en él era su gran pobreza, y puedo afirmar que todos los vestidos que tenía en su cuarto en el momento de su muerte no valían un escudo; tan viejos y gastados estaban". 

ORACIÓN PARA PEDIR 
APROBAR EXÁMENES 
Y AYUDA EN LOS ESTUDIOS

San José de Calasanz, bendito y humilde,
tú que aceptaste con amor la llamada de Jesús,
y seducido por la mirada de los niños de la calle
dejaste todo para aliviar sus miserias,
porque en tu pobre infancia supiste encontrar 
el verdadero Amor Divino,
y el camino hacia una misión nueva y gratificante,
olvidándote de ti mismo y de las comodidades
que la vida te ofrecía,
nunca dudaste en servir a la infancia
en ayudarlos, en entregarte en cuerpo y alma 
para darles formación en la fe cristiana 
y conocimiento en las letras humanas. 

Hoy te pido con humildad que escuches mi plegaria,
que atiendas por favor mis peticiones. 

Memorable y bendito educador san José de Calasanz
tú que sabes los que es estudiar y rendir examen,
te ruego que me des paz y que me acompañes,
de corazón te ruego intercedas ante el Señor
y le solicites que sea mi guía y apoyo. 

Que por tu intercesión El me dé el valor,
el afán y la constancia necesaria
para aprovechar cada minuto de mis estudios,
que pueda reflexionar con calma lo que me enseñan,
y llegado el momento de la prueba, del examen,
pídele que refuerce mi memoria y capacidad,
que sea cuidadoso-a, creativo y eficiente 
para poder manejarme ante las dificultades que surjan. 

También pide por mi para que el Señor
nos conceda calma, memoria, paciencia y serenidad,
en el momento de la prueba, tanto a mi,
como a los que me van a examinar,
y que sean equitativos y justos con todos. 

San José de Calasanz ejemplo de humildad,
por último te imploro me asistas y protejas en esta vida,
enséñame a imitar tus dones de caridad y,
de amor, bondad y entrega con mis semejantes
para llegar a merecer las recompensas Eternas. 

Por Jesucristo nuestro Señor. 

Amén. 

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