SAN SEBASTIÁN, ORACIÓN AL SANTO MÁRTIR PARA OBTENER UN FAVOR

 
San Sebastián vivió en los primeros días de la iglesia, cuando ser cristiano y querer defender su fe significaba ser perseguido y, probablemente, morir por ella.
 
Sabemos que nació de padres cristianos y que pasó los días de su infancia bajo la instrucción de unos padres piadosos. Dios tenía sus propios planes para el niño, que se convertiría en el fuerte apoyo y guía de sus compañeros cristianos durante los tiempos turbulentos de la persecución que se avecinaba, cuando debía tener el privilegio de morir como mártir de Cristo.

 
Pero también los tiempos futuros debía servir al mundo cristiano como brillante ejemplo de una vida de fe sin miedo.
 
Dios deseó que, como soldado en el ejército romano, atrajera la atención y el agrado del emperador y, al ser de origen noble, fuese elevado al rango de oficial de la guardia de palacio.
 
ORACIÓN
 
Glorioso San Sebastián
que tuviste tan gran valor,
ayúdanos a ser testigos de Jesús
ante este mundo incrédulo.
 
Ayúdanos a tener el amor al prójimo que tu tuviste
y a dar nuestras vidas por nuestros hermanos,
incluso cuando existan dificultades y peligros.
 
Ayúdanos a tener fe en los dolores de la vida
como tu la mantuviste

mientras soportaste el martirio cruel.


Protege a todos los soldados, militares y policías
contra todo peligro en su trabajo.

Protege a todas las naciones contra las guerras,
el hambre y la pestilencia.
Interceda por mi,
para que pueda conseguir la gracia que tanto necesito...
(Hacer una petición al santo).

Escúchame te suplico,
contéstame te ruego,
Hazme caso, oye lo que te imploro.
Muestra la evidencia de tu amor fiel,
salvador de aquellos que esperan en tu fuerza
contra el ataque del maligno,
guárdame de la presencia del malvado
para que no me maltrate ni me humille.

 Glorioso San Sebastián,
intrépido confesor de Cristo
y consolador de los que iban a dar su vida
en testimonio por su fe:
con vergüenza y pena, debo confesar
que en el pasado muchas veces no he cumplido
mis deberes religiosos con Dios.
 
Fue a Cristo a quien hice sufrir,
en lugar de que yo sufriera por Cristo.
 
Desde ahora me esforzaré por dar un ejemplo
a quienes me rodean y que niegan a Cristo
descuidando sus obligaciones cristianas.
 
Ayúdame, querido santo y patrón,
para mostrarles el camino
a las verdaderas alegrías del cielo.
 
Amén.

La siguiente composición, escrita por el poeta cubano Eugenio Florit, tiene como tema el martirio de San Sebastián, o sea el momento en que el santo, amarrado al tronco de un árbol, fue asaeteado por sus enemigos.

La poesía que reproducimos es muy conocida y famosa, pero conviene que nuestros lectores la lean con atención, observando las imágenes que el poeta (poniéndolas en boca del propio San Sebastián) emplea para designar a las flechas, a quienes llama "palomitas de hierro", "pequeños querubines de alas tensas" y "tibias agujas celestiales".


He aquí, según la poesía, lo que dijo San Sebastián cuando le atravesaban el cuerpo a flechazos:

Si, venid mis brazos, palomitas de hierro;
palomitas de hierro, a mi vientre desnudo.

Qué dolor de caricias agudas.

Si, venid a morderme la sangre, a este pecho,
a estas piernas, a la ardiente mejilla.

Venid, que ya os recibe el alma entre los labios.
Si, para que tengáis nidos de carne
y semillas de huesos ateridos;
para que hundáis el pico rojo en el haz de mis músculos.

Venid a mis ojos, que puedan ver la luz;
a mis manos, que toquen forma imperecedera;
a mis oídos, que se abran a las aéreas músicas;
a mi boca, que guste las mieles infinitas;
a mi nariz, para el perfume de las eternas rosas.

Venid, si, duros ángeles de fuego,
pequeños querubines de alas tensas.

Si, venid a soltarme las amarras
para lanzarme al viaje sin orillas.

¡Ay! Qué acero feliz, qué piadoso martirio.
¡Ay! Punta de coral, águila, lirio de estremecidos pétalos.

Si. Tengo para vosotras, flechas,
el corazón ardiente, pulso de anhelo, sienes indefensas.
Venid, que está mi frente ya limpia de metal
para vuestra caricia.

Ya, qué río de tibias agujas celestiales.
Qué nieves me deslumbran el espíritu.

Venid. Una tan sola de vosotras,
palomas, para que anide dentro de mi pecho
y me atraviese el alma con sus alas.

Señor, ya voy, por cauce de saetas.
Sólo una más, y quedaré dormido.
Este largo morir despedazado cómo me ausenta del dolor.
Ya apenas el pico de estos buitres me lo siento.
Qué poco falta ya, Señor, para mirarte.

Y miraré con ojos que vencieron las flechas;
y escucharé tu voz con oídos eternos;
y al olor de tus rosas me estaré como en éxtasis;
y tocaré con manos que nutrieron estas fieras palomas;
y gustaré tus mieles con los labios del alma.

Ya voy, Señor. ¡Ay! Qué sueño de soles,
qué camino de estrellas en mi sueño.

Ya sé que llega mi última paloma...
¡Ay! ¡Ya está bien, Señor,
que te la llevo hundida en un rincón de las entrañas!



LAS ORACIONES DE LA MAÑANA Y DE LA NOCHE


ORACIONES DE LA MAÑANA:

Por la señal...

Ofrecimiento de Obras:

Te adoro, Dios mío, y te amo con todo mi corazón;
te doy gracias por haberme creado,
hecho cristiano y conservado esta noche.

Te ofrezco las acciones de este día;
haz que sean todas según tu Santísima voluntad
y a mayor gloria Tuya...
 
Presérvame del pecado y de todo mal.
Virgen María, Madre de Jesús,
hacednos santos.
 
Amén.


PADRE NUESTRO:

Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
 
Danos hoy nuestro pan de cada día.
 
Perdona nuestras ofensas
así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
 
 No nos dejes caer en la tentación.
 
Más líbranos del mal.

AVE MARÍA:

Dios te Salve, María, llena eres de Gracia,
El Señor es contigo,
bendita Tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
 
Santa María. Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
 
Amén.

GLORIA:

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,
ahora y siempre por los siglos de los siglos.
 
Amén

ORACIONES DE LA NOCHE:

Acción de Gracias:

Te adoro, Dios mío,
y te amo con todo mi corazón.
 
Te doy gracias por haberme creado,
hecho cristiano y conservado en este día.
 
Perdóname todo lo malo que haya hecho.
 
Guárdame durante el descanso de esta noche
y líbrame de todo peligro.
 
Amén


Examen de conciencia

Durante un tiempo corto reflexiona
como ha transcurrido el día:

¿Cómo he correspondido a los muchos beneficios
que he recibido de Dios Nuestro Señor?

¿He sido consciente de ellos?

¿He mejorado en mi defecto dominante?

¿He ofendido grave o levemente al Señor
violando alguno de sus mandamientos?

¿He ofendido de palabra u obra a mi prójimo?

Acto de contrición:

Señor mío Jesucristo,
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío.
 
Por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme
con las penas del infierno.

Ayudado de vuestra divina gracia,
propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia
que me fuere impuesta.
 
Amén.

Rezar tres Avemarías.

ORACIÓN POR LOS ENFERMOS AL SANTO PADRE PÍO


ORACIÓN

Santo Padre Pío, sanador de cuerpos y almas,
ya que durante tu vida terrena
mostraste un gran amor por los enfermos y afligidos,
escucha mi ruego e intercede ante el Padre misericordioso
 por los que se afligen y sufren.

Asiste desde el cielo a todos los enfermos del mundo;
sostiene a quienes han perdido toda esperanza de curación;

 consuela a quienes lloran por sus tremendos dolores;
protege a quienes no pueden atenderse o medicarse

por falta de recursos materiales o ignorancia.


Alienta a quienes no pueden reposar porque deben trabajar;

vigila a quienes buscan en la cama una alivio a su dolor;
 acompaña a quienes pasan las noches insomnes;
visita a quienes ven que la enfermedad frustra sus proyectos;

 alumbra a quienes pasan una "noche oscura" y desesperan;
 toca los miembros y músculos que han perdido movilidad.

Ilumina a quienes ven tambalear su fe

y se sienten atacados por dudas que los atormentan;
apacigua a quienes se impacientan viendo que no mejoran;

 calma a quienes se estremecen por dolores y calambres;
concede paciencia, humildad y constancia

a quienes se rehabilitan.
 
Devuelve la paz y la alegría a quienes se llenaron de angustia;
disminuye los padecimientos de los más débiles y ancianos;

 vela junto al lecho de los que perdieron el conocimiento;
guía a los moribundos al gozo eterno;

conduce a los que más lo necesitan al encuentro con Dios;
y bendice abundantemente a quienes los asisten en su dolor,

 los consuelan en su angustia y los protegen con caridad.

Amén.

EL PADRE PIO Y GARABANDAL

Entre los años 1961 y 1965, la Santísima Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora del Monte Carmelo, y San Miguel Arcángel, supuestamente se aparecieron a cuatro niñas en una remota población del Norte de España llamada San Sebastián de Garabandal.

A pesar de que estas apariciones han recibido amplia publicidad, la Iglesia hasta ahora no ha hecho ningún pronunciamiento en relación con su autenticidad. Los resultados de una reciente investigación hecha a nivel diocesano en Santander entre 1986 y 1991 han sido enviados a Roma para su subsiguiente evaluación. Este es el estado de cosas en la actualidad.


En 1962, fue la voluntad de Dios que su siervo, el Padre Pio de Pietrelcina, se involucrara en los acontecimientos de Garabandal. He aquí cómo.

Llega una carta El 3 de marzo de 1962 las cuatro jóvenes videntes, Conchita, Mari Loli, Jacinta y Mari Cruz recibieron una carta anónima en San Sebastián de Garabandal. Este incidente fue reportado por el Dr. Celestino Ortiz, un incuestionable testigo, y sobre él hace un recuento el Padre Eusebio García de Pesquera en su libro "Ella fue Afanosamente a la Montaña"; de aquí tornamos el siguiente aparte:

Félix López, un antiguo alumno del Seminario Mayor de Derio (Bilbao) quien es hoy día el profesor de escuela de Garabandal, estaba reunido con algunas personas en la cocina de Conchita La niña recibió una carta que no entendió, así que le solicitó a Félix que se la tradujera. Estaba escrita en italiano y Félix, después de leerla dijo:

«Por su estilo bien podría ser del Padre Pío».

Conchita le preguntó si conocía la dirección del Padre Pío y al recibir una contestación afirmativa le pidió que le ayudara a escribirle una carta para dar respuesta a la suya y manifestarle su agradecimiento.

Habiendo terminado la carta la dejaron sobre la mesa de la cocina, sin doblarla Después de un rato, Conchita entró en éxtasis y rezó el Rosario. Al regresar a su estado normal Félix le preguntó:

«¿Preguntaste a la Virgen si la carta era del Padre Pío?» «Sí, y me dio una respuesta secreta para enviarle.»

La niña subió a su habitación, regresando poco más tarde con un papel escrito a mano. Delante de todos metió el papel en el sobre, que había ya sido dirigido al Padre Pío por el profesor, sellándolo luego. La carta que había llegado a Conchita, sin firma y sin dirección de regreso pero con estampilla italiana, decía lo siguiente:

Mis queridos niños: A las nueve de la mañana, la Santísima Virgen me encomendó que les dijera lo siguiente:

¡Oh benditas niñas de San Sebastián de Garabandal. Yo les prometo que estaré con ustedes hasta el fin de los siglos y que ustedes estarán conmigo durante el fin del mundo y después, unidos conmigo en la gloria del Paraíso.

Estoy enviándoles una copia del santo Rosario de Fátima, que la Virgen me pidió les enviara. El Rosario fue compuesto por la Virgen y debe ser propagado para la salvación de los pecadores y para la preservación de la humanidad de los terribles castigos con los que el buen Dios la amenaza.

Les doy un consejo: Recen y hagan que los demás recen porque el mundo está a comienzos de loa perdición. No creen en ustedes ni en sus conversaciones con la Dama de Blanco; lo harán cuando ya sea demasiado tarde.
En febrero 9 de 1975, el personal de la revista Needles (ahora Garabandal) condujo una entrevista grabada con Conchita, durante la cual le preguntaron sobre esta sorprendente carta que se decía había sido dictada por el Padre Pío:

P. Conchita, ¿recuerdas algo sobre esta carta?

Conchita: Recuerdo haber recibido en el correo una carta dirigida a mí y a las otras tres niñas, Jacinta, Loli y Mari Cruz. Me preguntaba qué contenía y, como no estaba firmada, la metí en el bolsillo hasta que vi a la Santísima Virgen ese día. Cuando se apareció le mostré la carta y le pregunté quién nos la había enviado. La Virgen dijo que era del Padre Pío. Como no sabía quien era el Padre Pío, no pregunté nada más. Después de la aparición conté a la gente sobre la carta; un seminarista que estaba presente me explicó acerca del Padre Pío y de dónde era él. Entonces le escribí una carta diciéndole que me gustaría verle cuando visitase mi país. El entonces me envió una pequeña carta diciendo: «¿Crees que puedo subir por la chimenea?» Yo sólo tenía 12 años en esa época y no sabía nada de los claustros.

La Visita de Conchita a Padre Pío

En febrero de 1967, Conchita llegó a Roma con su madre, un sacerdote español, el padre Luis Luna, el Profesor Enrico Medi y la Princesa Cecilia de Borbón-Parma. Había sido llamada allí por el Cardenal Ottaviani, prefecto del Santo Oficio, llamado hoy la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. Fue durante esta visita que Conchita tuvo una audiencia privada con el Papa Pablo VI, durante la cual sólo cinco personas estuvieron presentes con el Pontífice.

Tenemos sobre esto el confiable testimonio del Profesor Medí, entonces presidente de la Asociación Europea de Energía Atómica y amigo del Papa, y quien era uno de los cinco presentes.

Corno Conchita tuvo que esperar un día antes de su reunión con el Cardenal Ottaviani, el Profesor Medi sugirió que ya que tenían algo de tiempo libre fueran a San Giovanni Rotondo a ver al Padre Pío. A continuación el recuento de la propia Conchita acerca de la visita, tomado de la entrevista de Needles de 1975:

...Todos estuvimos de acuerdo, así que salirnos para el Monasterio en el auto alquilado del Profesor Medi. llegamos coma a las nueve de la noche y nos dijeron que no podríamos ver al Padre Pío hasta la mañana siguiente en su Misa de cinco. Antes de Misa, el Padre Luna y el Profesor fueron a la sacristía. El Profesor me contó más tarde lo que ocurrió allí. Dijo que el Padre Luna había dicho al Padre Pío que la Princesa de España estaba allí para verle. El Padre Pío dijo entonces al Padre Luna:

«No me siento bien y no podré verla hasta más tarde hoy».

El Profesor Medi dijo entonces:

«Hay otra persona que quiere verlo también. Conchita quiere hablar con usted.»

Padre Pío dijo entonces: «¿Conchita de Garabandal? Vengan a las ocho de la mañana».

Al llegar, luimos conducidos a un pequeño cuarto, una celda, que tenía una cama, una silla y una pequeña mesita, Le pregunté al Padre Pío si este era su cuarto y si él dormía ahí, a lo cual respondió:

«Oh, no. No pueden ver mi cuarto. Este es un cuarto rico»,

En ese momento no sabía la clase de hombre santo que era el Padre Pío, como ahora sí lo sé. Entonces yo era muy joven; tenía sólo 16 años.

La entrevista de Needles continúa:

P. ¿Quién estaba en el cuarto contigo?

Conchita: Sólo mi madre, el Padre Luna y un sacerdote del Monasterio que hablaba español y estaba tomando muchas fotos. No recuerdo que la Princesa y el Profesor hubieran estado allí.

P. Puedes decirnos ¿qué se dijo durante tu visita al Padre Pío?

Conchita: Sólo recuerdo un poco. Sí recuerdo que el sacerdote que había estado tomando fotos pidió permiso para ello al Padre Pío, quien le respondió:

«Has estado tomándolas desde que llegaste».

Recuerdo que tenía el crucifijo besado por Nuestra Señora, y que dije al Padre Pío:

«Esta es la Cruz besada por la Santísima Virgen. ¿Quisiera besarla?»

Padre Pío tomó entonces el Cristo y lo colocó en la palma de su mano izquierda, sobre el estigma. Tomó entonces mi mano, que colocó sobre el crucifijo, cerrando los dedos de esa mano sobre mi mano; con su mano derecha bendijo mi mano y la cruz.

Lo mismo hizo con mi madre cuando ella le dijo que por favor bendijera su rosario, también besado por la Virgen. Yo estuve de rodillas durante todo el tiempo que estuve ante él. Me tomó de la mano, con la cruz, mientras que me hablaba.

El sacerdote que tomó las fotos de Conchita, con el Padre Pío vive aún en San Giovanni Rotondo. Estuvo en los Estados Unidos hace varios años promoviendo la Causa de Beatificación del Padre Pío y visitando a Conchita en su casa. Debido a que la Causa ya estaba adelantando, los frailes no estuvieron muy dispuestos a mostrar las fotos, aparentemente porque las apariciones de Garabandal no han sido reconocidas aún por la Iglesia.

La fotos fueron nuevamente mencionadas por otro de los frailes de San Giovanni Rotondo quien las vio, confirmando más tarde el hecho a los funcionarios de la revista que estuvieron en la peregrinación de 1987, y que fue promovida por el Centro de Garabandal de Nueva York. Sobra decir que estas fotos son importantes documentos que confirman la entrevista de Conchita con el Padre Pío.

 

ORACIÓN PARA RECIBIR LA PROTECCIÓN DE LA ESPADA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL


ORACIÓN

Muy poderoso defensor del pueblo de Dios
contra los agentes del mal,
oh luz de las luces,
muro de fe en Jesucristo,
oh príncipe glorioso de la milicia celestial,
San Miguel Arcángel, luz de los ángeles,
que tu Santa Protección descienda sobre mi,
en este momento, por medio de tu todopoderosa espada.


(Cierra los ojos y contempla una espada en llamas verticalmente sobre tu cabeza.
La punta está a 20 cm de la parte superior de la cabeza,
como si estuviera suspendida en el aire.
El mango de la espada forma una cruz
con una hoja brillante).

Di en voz baja:

Que la poderosa espada de San Miguel
sea mi baluarte, mi guardia, mi defensa y mi protección.
En el nombre del Padre + del Hijo +
del Espíritu Santo, Amén.

Dios es el más poderoso,
no hay poder sobre él,
y San Miguel es su abanderado.
 
Que la espada de San Miguel esté por encima de mí,
sea delante de mí, entre mis enemigos y yo,
esté detrás de mí y me proteja de los furtivos ataques
de los traidores que operan desde atrás.

Espada de San Miguel,
sé mi apoyo y mi defensa en la lucha.
 
Espada de San Miguel,
que pusiste en fuga al perseguidor de la raza humana
y a sus acólitos en la tierra
que han dedicado sus almas a Satanás.
 
Espada de San Miguel, mantente a mi derecha,
mantente a mi izquierda.
 
Espada de San Miguel, protégeme de las trampas
de mis enemigos invisibles y visibles.

Oh, San Miguel Arcángel,
 formidable instrumento de la justicia divina,
no permitas que ninguno de los agentes
de la jerarquía del mal socave mi integridad
física, moral y espiritual.
 
Confío en el poder de tu espada que salva y protege.
San Miguel, ten piedad de mí, nunca me abandones,
porque es por ti que obtendré mi salvación.

Amén
 
Di 3 veces el "Ave María".
 

SANTA ANA, MILAGROSA ORACIÓN PARA SOLUCIÓN DE PROBLEMAS Y NECESIDADES


ORACIÓN
 
¡Oh gloriosa Santa Ana!

Siempre llena de compasión por los que te invocan
y con amor por los que sufren.

Muy cargado con el peso de mis problemas,
a ti apelo, solicitando tu cuidado maternal,
me postro a tus pies y humildemente te ruego
que escuches mis súplicas y me muestres
 tu bondad y piedad inquebrantables:

(Exponer los problemas y necesidades)


Te pido por favor que intercedas por mi ante tu hija,
la Santísima Virgen María,
porque tu amada hija, nunca rechazará tus peticiones,

y seas mi mediadora delante del trono de Jesús,
para que Él pueda darme un resolución feliz.

No desistas, santa mía, y continúa intercediendo por mí
hasta que mi solicitud sea concedida.
Desde lo más profundo de mi corazón,
buena Santa Ana, te ofrezco mi homenaje este día
y te pido que me ampares bajo el manto
de tus cuidados maternos.
Ya sabes, buena madre, cuánto te amo,
con qué gusto te sirvo, que feliz soy alabándote
y lo ansioso que estoy de llamarte en tiempo de angustia.

Buena Santa Ana, extiende tu mano amiga
para favorecer a este devoto tuyo,
y escucha mis oraciones
porque yo confío en tu generosa recompensa.

Haz también que todos mis pensamientos y deseos
sean dignos y justos con tus grandes y milagrosos poderes.
Salve Santa Ana, buena madre,
me regocijo en las maravillas que continuamente realizas,
y con el gran poder que Dios te ha dado, te pido:
reconcíliame con el Dios que tanto ofendí,
fortaléceme en mis luchas,
libérame del peligro en los momentos de necesidad,
ayúdame en la hora de la muerte
y ábreme las puertas del paraíso.
Amén.

ORACIÓN A SAN JORGE PARA RECIBIR SU PROTECCIÓN Y DEFENSA

 
ORACIÓN

¡Oh Dios Padre Todopoderoso,
quien le diste a tu siervo Jorge
la audacia de confesar el nombre
de nuestro Salvador Jesucristo
ante los gobernantes de este mundo,
y coraje para morir por esta fe:
concédenos que siempre estemos listos
para dar una razón que nutra la esperanza
que siempre hay en nosotros
y para sufrir con gusto
por nuestro Señor Jesucristo.


San Jorge, heroico soldado y defensor de tu fe,
que te atreviste a criticar a un emperador tirano
y fuiste sometido a horribles torturas.

Pudiste haber ocupado un alto puesto militar,
pero preferiste morir por tu Señor,
siervo fiel de Dios y mártir invencible,
favorecido por Dios con el don de la fe
e inflamado con un ardiente amor de Cristo,
luchaste valientemente contra el dragón del orgullo,
la falsedad y el engaño.

Ni el dolor ni la tortura,
la espada ni la muerte podrían separarte
del amor de Cristo, y por este mismo amor
te imploro fervientemente que me ayudes
siendo mi intercesor ante Él
para vencer las tentaciones que me rodean,
y para soportar con valentía
las pruebas que me oprimen,
para que pueda llevar con paciencia
la cruz que arrastro en mi vida,
y no permitas que la angustia ni las dificultades
me hagan desistir en el camino
ni que me separen del amor
de Nuestro Señor Jesucristo.

Valiente campeón de la fe,
ayúdame en el combate contra el mal,
para que pueda ganar la corona prometida
a los que perseveran hasta el final.

Glorioso San Jorge que mantuviste
fuerza y ​​constancia en los diversos tormentos
que sostuviste por nuestra santa fe,
te ruego me concedas la súplica que te hago
y así obtener tu protección y defensa.

(Realizar la súplica)

Prometo mantener mi fe,
en las vacilaciones y en las dudas,
para que pueda seguir sirviendo a Dios
con un corazón sincero fielmente hasta la muerte.

Amén.

SANTA BERNARDETTE, ORACIÓN PARA CURACIÓN DE ENFERMOS Y AYUDAS ECONÓMICAS


Entre otras cosas, Santa Bernadette es la santa patrona de la enfermedad y la pobreza. Se podría considerar la santa ideal a la que acudir para las personas que viven en la pobreza y las que están luchando económicamente debido a una enfermedad.

Aunque nació en una familia pobre y estuvo enferma durante la mayor parte de sus 35 años de vida, se convirtió en una monja devota después de haber tenido muchos encuentros sagrados, en su adolescencia, con una aparición de la Santísima Madre en una gruta en Lourdes, Francia.


Siguiendo las instrucciones de la Santísima Madre, las aguas fangosas de la gruta se limpiaron milagrosamente, y ya hay 69 personas, detalladas minuciosamente y con historiales clínicos de la medicina actual, que han sido sanadas milagrosamente allí, a parte de más de 7.000 que están calificadas de "curaciones asombrosas".
 
ORACIÓN

Santa Bernadette, niña pura y sencilla,
tú, que tuviste el privilegio
de contemplar la belleza de María Inmaculada
y de haber recibido su confianza
dieciocho veces en Lourdes:
 
Tú, que desde ese momento
quisiste esconderte en el claustro de Nevers
y vivir y morir como una simple pecadora más,
ruega por mi, para que yo pueda conseguir 
ese espíritu de pureza y sencillez,
que me lleve también a la visión gloriosa
de Dios y de María en el cielo. 
 
Muchos son los prodigios que gracias a ti,
por tu intercesión y tu fe en la Santísima Virgen
ocurren continuamente en el santuario
de Nuestra Señora de Lourdes,
devolviendo la salud a los enfermos,
mejorando sus condiciones de vida,
y alentando su fe para conseguir
un porvenir mejor y una vida más devota.
 
No dejes nunca de socorrer al enfermo,
que no solo padece por su enfermedad,
sino también por las condiciones económicas
que conlleva la lucha contra la enfermedad.

 
Yo, que me hallo es esta situación,
recurro hoy a ti para pedirte tu intercesión
ante Nuestra Señora de Lourdes
y obtener la ayuda tanto física como económica
que me permita llevar una vida mejor,
libre de males y aflicciones,
y recuperar la alegría y la esperanza ya perdidas.
 
Como no confiar en ti, santa mía,
si la mismísima Señora lo hizo
para mostrarnos su esplendor y su grandeza,
y a través tuyo darnos el manantial
que cura los males del alma y el cuerpo.
 
Escucha mi súplica, gloriosa niña,
dame tu favor y tu intercesión
pues eres mi esperanza y en ti deposito
toda la fe que llevo en mi corazón.
 
Amén.
 
 
 

ORACIÓN A SAN NICOLAS, PORTENTOSO MEDIADOR ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES, PARA SOLICITARLE UN MILAGRO

 
Las personas en situaciones financieras difíciles pueden buscar la intercesión de San Nicolás de Bari.
 
Además de ser considerado el protector de niños, marineros, personas, lugares y cosas, es conocida la gran bondad que San Nicolás  derrama con los pobres.
 

En una ocasión evitó a un hombre y sus tres hijas que cayeran en vidas de pecado. Debido a que el hombre no podía proporcionar la dote matrimonial para sus hijas, estas serían vendidas como esclavas. Para salvarlos de ese destino, el santo fue a su casa en tres noches distintas y lanzó en cada una de ellas una bolsa de oro en el hogar, una para cada niña, dándoles dotes a todas ellas.
 
Una leyenda dice que el oro cayó en algunas medias (o zapatos) que colgaban de la chimenea, una tradición que se conserva todavía es poner calcetines en la chimenea el día de San Nicolás, para que deposite en ellos sus regalos para los moradores del hogar.
 
Esta es su oración más milagrosa:
 
ORACIÓN

Glorioso San Nicolás, mi patrono especial,
desde tu trono en la gloria,
donde disfrutas de la presencia de Dios,
mira mis lastimosos ojos
y pon los tuyos  sobre mí
para que puedas obtener
de nuestro Señor las gracias y las ayudas
que necesito en mi vida espiritual y temporal.
 
Remedia mis necesidades
y especialmente este favor especial
que te pido ahora lleno de fe y esperanza:
 ( Haz tu solicitud),
siempre que sea favorable para mi salvación.
 
Tu que siempre has derramado bienes, gracias,
dones y dádivas en abundancia,
y realizado los milagros más sorprendentes,
entre los más necesitados,
no me dejes a mi ahora en el abandono,
pues mi ruego llega a ti realizado
con toda la fuerza de mi corazón
y la inmensa fe de mi alma,
ya que tu eres mi única esperanza.
 

Así mismo, oh glorioso y santo Obispo,
consuela a los afligidos,
provee a los necesitados,
fortalece a los temerosos,
defiende a los oprimidos,
da salud a los enfermos.
 
Haz que todos los hombres experimenten
los efectos de tu poderosa intercesión
con el Dador supremo de todo don bueno y perfecto.
 
Muéstranos una vez más
tu poderosa intercesión
y líbranos de males, dolores y sufrimientos
aliviando nuestras penas y congojas.
 
Glorioso San Nicolás,
portento en toda intervención mediadora
entre Dios y los Hombres,
ruega por nosotros pecadores.
 
Amén.
 
 
 


ORACIÓN A SAN JUDAS TADEO PARA CONSEGUIR RESOLVER UNA CAUSA DESESPERADA


San Judas Tadeo es uno de los 12 Apóstoles que puedes invocar en tus oraciones  para recibir ayuda en tiempos de crisis financieras que parecen no acabar nunca.
 
El es santo patrón de la esperanza, las causas desesperadas y lo imposible, tan devoto de Jesús que, como san Mateo, fue martirizado, y que a veces ha sido confundido con el apóstol Judas, quien traicionó a Jesús.


Su intercesión por Danny Thomas, cuando necesitaba ayuda financiera y empleo, inspiró al actor a construir en su honor el Hospital de Investigación para Niños San Judas Tadeo.
 
ORACIÓN
 
Muy santo apóstol y muy querido san Judas,
fiel servidor y amigo de Jesús,
la Iglesia te honra y te invoca universalmente
como patrón de la esperanza
ante las causas mas desesperadas.

Hoy ante ti acudo para solicitar tu favor,
para que por tu mediación
mi súplica llegue a Dios
y yo mismo obtenga ese privilegio particular
que se te otorga, de brindar esperanza, consuelo
y ayuda donde más se necesita, como es mi caso.

Acompáñame en esta gran necesidad
para que pueda recibir el consuelo y la ayuda del cielo
 mientras intento sacar adelante mis desafíos,
particularmente (haz tu solicitud ahora).


Alabo a Dios, Nuestro Celestial Padre
por su inmensa bondad y misericordia,
 y a todos los santos que nos ayudan
para solucionar nuestras miserias,
problemas, aflicciones y dolores,
con preferencia ante ti, santo mío.

Bendito San Judas, tengo tanta fe en ti,
que no me queda duda alguna
que estarás siempre atento a este gran favor,
que deposito en tus manos,
sé, que mi desesperación es tu causa
como mi patrón especial y poderoso,
y alentará con inmensa gratitud
la devoción que siento hacia ti.

Amén.


 

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