ORACIÓN PARA BENDECIR LA FAMILIA, EL HOGAR Y LAS POSESIONES


ORACIÓN

Dios de la bondad y la misericordia,
encomendamos a tu omnipotente protección nuestro hogar
 nuestra familia y todo lo que poseemos.

Bendícenos a todos como bendijiste
a la sagrada familia de Nazaret.



Oh Jesús, nuestro Santísimo Redentor,
por el amor con el que te hiciste hombre para salvarnos,
por la misericordia por la que moriste por nosotros en la cruz,

 te rogamos que bendigas nuestro hogar,
nuestra familia, nuestra casa y nuestras posesiones.

Protégenos de todo mal y de las trampas de los hombres.


 Protégenos de los rayos y del granizo y del fuego,
de las inundaciones y de la furia de los elementos.

Protégenos de tu ira, de todo odio
y de las malas intenciones de nuestros enemigos,
de la plaga, el hambre y la guerra.

Que ninguno de nosotros muera
sin los santos sacramentos.

Bendícenos, para que siempre
podamos confesar abiertamente nuestra fe,
que es para santificarnos,
para que nunca perdamos la esperanza,
incluso en medio del dolor y la aflicción,
para que podamos crecer en amor por Ti
y en la caridad hacia nuestro prójimo.

Oh Jesús, bendícenos, protégenos.
Oh María, Madre de gracia y misericordia,
bendícenos, protégenos contra el espíritu maligno,
guíanos de la mano por este valle de lágrimas,
reconcílianos con tu divino Hijo; encomendándonos a Él,

 para que podamos ser dignos de sus promesas.

San José, reputado padre de nuestro Salvador,
guardián de su Santísima Madre,
jefe de la sagrada familia, intercede por nosotros,
bendice y protege nuestro hogar siempre.

San Miguel, defiéndenos
contra todas las malvadas artimañas del infierno.

San Gabriel, inspíranos
para que podamos entender la santa voluntad de Dios.

San Rafael, presérvanos de la mala salud
y de todo peligro para la vida.

Santos ángeles guardianes,
manténgannos día y noche en el camino de la salvación.

Santos Patronos, rogad por nosotros ante el trono de Dios.

 

Bendecid esta humilde casa,
tú, Dios nuestro Padre,
que nos creaste con tu palabra y con tu amor.

 Tú, divino Hijo, que sufriste por nosotros en la cruz;

Tú, Espíritu Santo, que nos santificaste en el bautismo.

Que Dios, en sus tres Personas Divinas,
preserve nuestro cuerpo, purifique nuestra alma,
dirija nuestro corazón y nos guíe a la vida eterna.

Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.

Amén.




 
 

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