San Antonio de Padua, dedicando a Jesús su intercesión,
ha dado lugar a tantos milagros que se le conoce
como el "Santo de los Milagros, o el Hacedor de Maravillas".
como el "Santo de los Milagros, o el Hacedor de Maravillas".
ORACIÓN
Glorioso en el Cielo y elocuente en la Tierra
tu, bendito San Antonio de Padua,
siempre estuviste atento
a las necesidades de los afligidos,
consumiéndote al servicio de Dios
y por el bien de las almas,
enemigo de la ociosidad
y trabajador incansable en la viña del Señor.
Suplica a Dios por mi, hoy,
que me conceda un trabajo adecuado,
para que pueda obtener con urgencia
un medio de vida digno para mí
y para alivio mis seres queridos,
procurando que al mismo tiempo
sea un medio de santificación personal
y de servicio real a los demás.
Amado santo mío,
escucha mi ruego y hazlo efectivo,
pues son muchas las carencias que nos afligen,
y un trabajo honesto, sería la salida
para esta época de tristeza y aflicción
que parece no tener final.
Tu que siempre has ayudado en todas las necesidades,
a los fieles que dirigiéndose a ti con fe
te han presentado sus necesidades
dame las fuerzas necesarias para poder resistir
mientras obtengo tu favor,
pues mi situación es alarmante
y temo caer en la desesperación.
Ruega a Dios por mi,
seráfico santo, que todo lo puedes.
Amén.
Originario de Portugal, el humilde fraile franciscano predicó y enseñó el Evangelio con tanta integridad, entusiasmo y sencillez, que muchos herejes se convirtieron.
Pero aunque a menudo se pide a San Antonio que encuentre objetos perdidos, la gente también puede pedirle que encuentre ingresos perdidos, ahorros perdidos, recursos perdidos, o también podrían pedirle que encuentre un empleo adecuado.
San Antonio de Padua es patrono de mujeres estériles, pobres, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros.
Un santo patrono, o un protector celestial es un santo al que se considera el defensor celestial de una nación, lugar, oficio, actividad, clase, clan, familia o persona.
Los santos a menudo se convierten en mecenas de los lugares donde nacieron o han estado activos. Sin embargo, hubo casos en la Europa medieval donde una ciudad que se hizo prominente y obtuvo para su catedral los restos o algunas reliquias de un santo famoso que había vivido y fue enterrado en otro lugar, lo que lo convierte en el santo patrón de la ciudad. Confiere considerable prestigio a la ciudad en cuestión.
Las profesiones a veces tienen un santo patrón debido a que está involucrado de alguna manera con él, aunque algunas de las conexiones sean tenues. Al carecer de tal santo, una ocupación tendría un patrón cuyos actos o milagros de alguna manera recuerdan la profesión. Por ejemplo, cuando la profesión de fotografía, antes desconocida, apareció en el siglo XIX, Santa Verónica se convirtió en su patrón, debido a que su velo recibió milagrosamente la huella de la cara de Cristo después de que ella limpiara la sangre y el sudor.
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