Muchas personas pueden sorprenderse al saber que hay un santo patrono de las finanzas. Pero existe. Y esa designación pertenece al apóstol Mateo.
Uno de los doce apóstoles de Jesús, San Mateo era recaudador de impuestos para los romanos. El santo, que fue el autor del primer Evangelio, estaba sentado recaudando impuestos cuando Jesús lo llamó para que se convirtiera en uno de sus apóstoles. Sin dudarlo, San Mateo lo siguió, difundió el cristianismo y finalmente fue martirizado.
ORACIÓN
Oh, glorioso San Mateo,
en tu Evangelio retratas a Jesús
como el Mesías anhelado por todos,
que cumplió a los Profetas del Antiguo Testamento
y como el Hijo de Dios en la Tierra
fundó la Iglesia del Nuevo Testamento.
San Mateo, bendito apóstol y evangelista,
que por la gracia de Dios, Padre nuestro, nos diste el Santo Evangelio,
que nos trae alegría y nos llena de vida:
Oh, glorioso San Mateo,
en tu Evangelio retratas a Jesús
como el Mesías anhelado por todos,
que cumplió a los Profetas del Antiguo Testamento
y como el Hijo de Dios en la Tierra
fundó la Iglesia del Nuevo Testamento.
San Mateo, bendito apóstol y evangelista,
que por la gracia de Dios, Padre nuestro, nos diste el Santo Evangelio,
que nos trae alegría y nos llena de vida:
Inspirado en tu ejemplo, pido tu ayuda
en todas mis necesidades y asuntos financieros,
pues quien mejor que tu, como recaudador de impuestos,
en todas mis necesidades y asuntos financieros,
pues quien mejor que tu, como recaudador de impuestos,
pudiste llegar a conocer los problemas que acarrean
el incumplimiento del pago de las deudas
y todas las dificultades que sufro, y,
que enfrento para darles solución.
(Exponer los problemas y hacer la petición)
Tu que al ser uno de los doce afortunados
que caminaron por la tierra con Jesús a tu lado,
fuiste consciente continuamente
de tu propia nada ante su grandeza
y viste muchas evidencias de la inmensa gracia de Dios,
ayúdame a ser tan pobre en espíritu
que reconozca mi propia nada ante Dios en cada momento,
y por favor intercede por mi ante Jesús
al pedirle que conceda mi petición desesperada.
Misericordioso San Mateo,
Misericordioso San Mateo,
al recibir el asombroso honor
de ser elegido para ser un apóstol,
fuiste perseguido al igual que Jesús, sin embargo,
sentiste que la persecución que experimentaste
fue también un gran honor, porque Jesús
no era solo un hombre, sino que en verdad era Dios.
Ayúdame a ser lo suficientemente fuerte
como para amar la luz de Jesús
y a huir de la oscuridad del pecado y luego,
ayúdame a dar solución a mis problemas
y a ser lo suficientemente fuerte
para afrontarlos con coraje y abnegación.
Y por favor intercede ante Jesús
pidiéndole que conceda mi petición desesperada.
Obtén para mi la gracia de ver a Jesús
Obtén para mi la gracia de ver a Jesús
viviendo en su Iglesia
y de seguir sus enseñanzas en mi vida en la tierra
para que pueda vivir para siempre con él en el cielo.
Amén.
Cuando Jesús llamó a San Mateo para que lo siguiera, era un recaudador de impuestos para los romanos.
Su profesión era odiosa para los judíos porque les recordaba el dominio al que estaban sometidos; Fue considerado por ello un pecador.
Jesús no dejó que nada de esto se interpusiera en su camino; en su evangelio emerge claramente con qué bondad cumplió su misión como Salvador de la humanidad.
San Mateo es conocido como uno de los cuatro evangelistas. Él fue el primero en poner por escrito las enseñanzas de nuestro Señor y el relato de su vida. Su evangelio fue escrito en arameo, el lenguaje de Jesús mismo. San Mateo es también uno de los doce apóstoles.
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