ORACIÓN
Dios Padre, Misericordioso y Eterno,
por la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo,
Misericordia: márcanos con la Sangre
Misericordia: márcanos con la Sangre
del Cordero Inmaculado Cristo Jesús,
como señalaste al pueblo de Israel
para librarle de la muerte.
Y Tú, Madre de Misericordia
María Santísima, ruega a Dios por nosotros:
aplácale y alcánzanos la gracia que pedimos...
(Pedir aquí por nuestras particulares necesidades, espirituales y temporales;
también por las de alguien que se haya encomendado a nuestras oraciones
y por el descanso eterno de nuestros Difuntos).
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
también por las de alguien que se haya encomendado a nuestras oraciones
y por el descanso eterno de nuestros Difuntos).
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Padre Eterno:
Padre Eterno:
Por la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo,
Misericordia: sálvanos del naufragio del mundo,
Misericordia: sálvanos del naufragio del mundo,
como salvaste a Noé del Diluvio Universal.
Y Tú, Arca de Salud, María Santísima,
ruega a Dios por nosotros, aplácale
y alcanzanos la gracia que pedimos.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Padre Eterno, por la Preciosa Sangre
de Nuestro Señor Jesucristo, Misericordia:
líbranos de los azotes que merecemos,
como libraste a Lot del incendio de Sodoma.
Y Tú, Abogada Nuestra,
ruega a Dios por nosotros,
aplácale y alcánzanos la gracia que pedimos.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Padre Eterno, por la Preciosa Sangre
Padre Eterno, por la Preciosa Sangre
de Nuestro Señor Jesucristo, Misericordia:
consuélanos en las presentes necesidades y tribulaciones,
como consolaste a Job, Ana y Tobías en sus aflicciones.
como consolaste a Job, Ana y Tobías en sus aflicciones.
Y Tú, Consoladora de los afligidos,
María Santísima, ruega a Dios por nosotros,
aplácale, y alcánzanos la gracia que pedimos.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Padre Eterno, por la Preciosa Sangre
Padre Eterno, por la Preciosa Sangre
de Nuestro Señor Jesucristo, Misericordia:
Tú, que no quieres la muerte del pecador,
sino que se convierta y viva:
danos por Tu Misericordia espacio de penitencia,
para que, reconocidos y arrepentidos de nuestros pecados,
causa de todo mal, vivamos en la Santa Fe,
causa de todo mal, vivamos en la Santa Fe,
Esperanza, Caridad y Paz de Nuestro Redentor.
Y Tú, Refugio de los pecadores, María Santísima,
ruega a Dios por nosotros, aplácale,
y alcánzanos la gracia que pedimos.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Oh Sangre Preciosa de Jesús nuestro amor!
Clama a Tu Divino Padre:
Misericordia, Perdón, Gracia y Paz.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Oh María, Madre y Esperanza Nuestra!
¡Oh María, Madre y Esperanza Nuestra!
Ruega por nosotros, y alcánzanos la gracia que pedimos.
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
℣. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℟. Como era en el principio, y ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
ORACIÓN FINAL
Padre Eterno, yo Te ofrezco
la Sangre de Jesucristo en descuento de mis pecados,
por las necesidades de la Santa Iglesia
y por la conversión de los pecadores.
Inmaculada María, Madre de Dios,
Inmaculada María, Madre de Dios,
ruega a Jesús por nosotros.
¡Jesús y María, Misericordia!
¡Jesús y María, Misericordia!
San Miguel Arcángel, San José, San Pedro y San Pablo, Protectores de todos los Fieles de la Iglesia de Dios,
y Vosotros todos, Ángeles, Santos y Mártires del Paraíso, rogad por nosotros y alcanzadnos Gracia y Misericordia.
Así sea.