SANTO TOMÁS AQUINO, ORACIÓN AL SANTO QUE TE AYUDARÁ A SUPERAR CON ÉXITO ÉXAMENES, ESTUDIOS Y PRUEBAS

Pide con muchas fe al Señor, mediante la intercesión de santo Tomás de Aquino, una ayuda especial cuando tengas que mejorar en tus estudios y aprobar exámenes. 

ORACIÓN 

¡Oh Dios Padre Nuestro Celestial
creador inefable que cuidas de tus criaturas
con justicia y bondad inefables!
En tu inmensa bondad y sabiduría
dispusiste las tres jerarquías de los ángeles,
y, con un amor y orden perfecto,
las diste el cielo como morada
y hermosamente estableciste las partes del universo. 

 
Tú, que eres grande y alabado,
única fuente de la luz y de la sabiduría,
y además principio supereminente:
dígnate infundir, sobre mi intelecto,
un rayo de tu claridad para que pueda entender,
comprender, asimilar y expresar
las materias que he preparado en mis estudios
para poder obtener buenos resultados
en las pruebas a las que debo someterme. 

Y a ti Glorioso Tomás de Aquino,
santo seráfico y favorito de Dios,
te hago la súplica de que seas mi intercesor
para llevar mi plegaria a Dios
pues estando en tus manos
es certero que ha de ser escuchada
debido a tus muchos méritos.
Tú, que hiciste elocuentes a los estudiantes
instrúyeme  hoy, calma mis nervios, 
fortalece mi memoria y mi entendimiento,
e infunde en mis labios la gracia de tu bendición.

Dame agudeza para entender,
capacidad para retener,
modo y facilidad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia copiosa para hablar. 

Dispón el comienzo, dirige el progreso,
y llévala a su plenitud. 

Bendito santo mío, mantente conmigo durante
los estudios y exámenes a los que debo someterme,
para que pueda recoger el fruto
de tanto esfuerzo y trabajo realizados. 

Amén. 

Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
La oración y los rezos se hacen tres días seguidos, 
mejor los anteriores a los exámenes. 

 

Viniendo de Nápoles hacia Roma, se agravó el cansancio de Santo Tomás de Aquino, el Doctor Angélico, y perdió totalmente el apetito.

El médico llamado en seguida no sabía qué pensar, y como el Hermano Reginaldo apremiara para que declarara qué alimento prefería, el santo Doctor terminó por decir que comería de buena gana arenque fresco. Este pescado común en los países del Norte era desconocido en este lugar. Sin embargo, habiendo salido el Hermano Reginaldo, encontró un vendedor, quien, por milagro, tenía en su canasta un lote del pescado deseado.
Santo Tomás descubría así su habitual austeridad: había observado la abstinencia durante toda su vida, y lo mejor que había probado era pescado muy ordinario. Al ver su deseo tan pronto satisfecho, estalló en alabanzas hacia la delicadeza de la Divina Providencia.
Se sazonó el manjar mejor que de costumbre, pero mientras todos comían con buen apetito, el santo Doctor apenas pudo probar bocado.
Al llegar a Magenta, se hizo trasladar al monasterio de Fossanova, pues sintiendo su fin próximo, dijo a los monjes:
"Si Dios ha de venir a buscarme, vale más que me halle en una casa religiosa".
Al entrar en el claustro, se paró y recitó con amor el versículo del salmo:
"Aquí está mi descanso por los siglos de los siglos; habitaré en este lugar porque lo he elegido".
Reclamó él mismo, insistentemente, los últimos sacramentos. Se confesó por última vez con el Hermano Reginaldo, y éste atestiguaba luego que esta confesión había sido como la de un niño de cinco años (tenía a la sazón 49).
Al amanecer del 7 de marzo de 1274 expiraba.
Como el águila, fascinada por el sol, se lanza hacia el astro de luz, así el alma del gran Doctor, insaciable de verdad, había alzado el vuelo hacia la eterna luz de Dios.
Su primer milagro fue también un milagro de luz: el superior de Fossanova, Hermano Juan de Florentino, padecía de catarata que le había quitado completamente la vista, y habiendo aplicado sus ojos sobre los ojos apenas cerrados del santo, en seguida fue curado, y durante los treinta años que vivió aún, no sufrió más de la vista.
Santo Tomás de Aquino, el sabio Doctor, según expresión del rector de la Universidad de París, "había sido dado por la Divina Providencia como un astro iluminando los siglos".


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