SAN JUAN BOSCO, ORACIÓN PARA OBTENER UN FAVOR ESPECIAL



La obra principal de San Juan Bosco, consistente en la educación de los niños, no estaba destinada a morir con él, sino que debía continuarse, como todas las cosas grandes, para bien de muchísimas almas que no pertenecieron al tiempo de su ilustre fundador. Tal es la que puede llamarse Familia Salesiana. 

 
Ocupan en ella el primer lugar los Salesianos de Don Bosco, nombre con el que son designados los miembros de la Congregación fundada por él.

Su origen se remonta a los comienzos de la vida sacerdotal de Don Bosco, cuando comenzó a dar clases a cuatro jovencitos, con la esperanza de que fueran sus primeros colaboradores en la obra que llamó "Oratorio Festivo".
Ese primer intento fracasó, pero en 1849 reunió a setenta jóvenes escogidos entre los muchos de su Oratorio, y cuatro de ellos le aseguraron que deseaban ser sacerdotes y quedarse con él.
Tanto el arzobispo de Turín, monseñor Franzoni, como el director espiritual de Don Bosco, San José Cafaso, le aconsejaron que fundase una sociedad para que no pereciese su obra.
Todo indicaba a Don Bosco la conveniencia de seguir esos consejos, pero la situación de Italia le presentaba un difícil problema: habían sido suprimidas las órdenes religiosas y no parecía probable que pudiera obtenerse la aprobación de una nueva.
Ratazi, prominente miembro del Gobierno, le decía:
"Forme una sociedad de laicos y de eclesiásticos, con tal que los bienes no sean de la comunidad, sino individuales. Conozco la Ley y creo que el Gobierno aprobaría una sociedad cuyo carácter fuera de mano viva y no de mano muerta, o sea que cada socio esté representado por un verdadero ciudadano. Esta sería una agrupación de socios libres para fines benéficos, igual a una sociedad mercantil, industrial, etcétera..."
El mismo papa Pío IX aconsejó a San Juan Bosco esta fundación y ya no hubo lugar a duda. Vencidas muchas dificultades, la Sociedad fue fundada el día 8 de diciembre de 1859, con el nombre de "Pía Sociedad de San Francisco de Sales", y diez años más tarde, el primero de marzo de 1869, quedó definitivamente aprobada. 

 
Los salesianos abarcan un campo vastísimo en sus actividades: Oratorios Festivos; internados para pobres; escuelas de artes y oficios, y granjas agrícolas. Tienen casas de jóvenes aspirantes al sacerdocio, colegios de instrucción primaria y secundaria para externos e internos; casas de Hijos de María para vocaciones de edad algo avanzada; misiones entre infieles; atención de emigrados; apostolado de la prensa, y muchas otras obras de carácter social, por lo que su acción benéfica es prácticamente ilimitada.
Junto a la obra principal de San Juan Bosco han brotado otras dos de muchísima importancia: las religiosas "Hijas de María Auxiliadora", que realizan en favor de las niñas lo que los salesianos hacen por los niños, y además los Cooperadores Salesianos, seglares y eclesiásticos que trabajan según el espíritu salesiano. De ellos decía el papa Pío XI:
"¡Ah, los Cooperadores Salesianos, cómo los amo! Yo lo soy desde hace mucho tiempo..."
La actividad misionera de los salesianos comenzó en vida de su fundador, quien envió a sus miembros a la Tierra del Fuego, en América del Sur, después de haber tenido uno de sus proféticos "sueños", y ha crecido continuamente.
Entre los santos de la Orden, citamos a Santa María Mazarello y a Santo Domingo Savio. 



 ORACIÓN A SAN JUAN BOSCO
PARA OBTENER UN FAVOR ESPECIAL

Oh Don Bosco Santo,
cuando estabais en esta tierra
no había nadie que acudiendo a Vos,
no fuera, por Vos mismo,
benignamente recibido,
consolado y ayudado.

Ahora en el cielo, donde la caridad se perfecciona
¡cuánto debe arder vuestro gran corazón
en amor hacia los necesitados!

Ved, pues, mis presentes necesidades y ayudadme
 obteniéndome del Señor esta gracia: 

(decir ahora el favor que se desea conseguir).

También Vos habéis experimentado
durante la vida las privaciones,
las enfermedades, las contradicciones,
la incertidumbre del porvenir,
las ingratitudes, las afrentas, las calumnias,
las persecuciones y sabéis qué cosa es sufrir.

Así, pues, oh Don Bosco Santo,
volved hacia mí vuestra bondadosa mirada
y obtenedme del Señor cuánto pido,
si es ventajoso para mí alma;
o si no, obtenedme alguna otra gracia
que me sea aún más útil,
y una conformidad filial
a la divina voluntad en todas las cosas,
al mismo tiempo que una vida virtuosa
y una santa muerte. 

Así sea. 

Rezar tres Padrenuestros, un Avemaría y un Gloria. 

La oración y los rezos se hacen con mucha devoción 
durante tres días seguidos, 
o nueve si la petición es muy difícil y urgente. 



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