Bendito Jesús del Gran Poder,
brazo fuerte que todo lo puede,
Redentor amoroso y nuestro Divino Pastor,
a Ti que eres dulce Señor de caridad, clemencia y perdón,
hoy con sinceridad te ofrezco perpetua adoración
y te pido extiendas sobre mí tu favor y protección.
Siempre en Ti confío, contigo no temo nada
pues eres mi esperanza, oh mi buen Jesús.
Creo en que nunca nos olvidas ni desamparas,
creo en tu bondad y misericordia,
creo en tu infinito y Gran Poder,
por todo ello te doy todo mi amor,
mi agradecimiento y devoción.
Oh Jesús dulcísimo, siempre justo y compasivo,
que colocado a la diestra de Dios Padre,
no dejas nunca de ayudar y favorecer
a los que con sencillez y esperanza acudimos a ti,
te ruego atiendas mis suplicas
y me liberes de todo lo que ahora me perturba.
Por favor Señor mío muy amado
tu que sabes mi sufrir
dame el auxilio que tanto necesito,
haz que mi vida sea mas dichosa
y se solucione el motivo de mi aflicción.
Oh Jesús Redentor, por la fuerza de tu Cruz,
acude a mí cuanto antes
concédeme tu auxilio Celestial en mi difícil situación
y da favorable despacho a esto que con fe te solicito:
(decir el problema y pedir lo que se desea conseguir).
Jesús mío, Señor del Gran Poder,
te he presentado con gran confianza
mis urgentes necesidades y mis graves dificultades,
por favor escúchame y dame la mano de tu gracia
para que logre alcanzar mis anhelos
y en breve todo cambie a mejor.
Siempre en Ti confío, contigo no temo nada
pues eres mi esperanza, oh mi buen Jesús,
abrázame con tu amor, lléname de bendiciones
y responde al pedido que desde mi corazón te he hecho.
Jesús infinitamente bueno y poderoso,
mi Señor y Rey, por tu misericordia,
por tu Sagrada Sangre derramada
y por toda tu Pasión,
dame tu milagrosa mano en mis caídas
trasmíteme tu sabiduría para corregir mis defectos
y llena con tu Presencia cada hora de mi existencia terrenal.
Hazme poseedor de las virtudes de tu Pasión y Muerte
para que haciendo yo buena vida en este mundo,
alcance a verte resucitado y glorioso en la vida Eterna,
para alabarte por siempre,
en compañía de tu Santísima Madre, la Virgen María,
de todos los Santos y de Los Ángeles del Cielo.
Jesús, Gran Poder de Dios, misericordioso Señor,
Supremo monarca, Hijo del Eterno Padre,
no dejes que sucumbamos ante la adversidad,
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
apíadate de nosotros,
porque sólo Tú eres nuestro consuelo
y nos das Luz en la oscuridad,
sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
¡Gloria a Jesús, Nuestro Dios, hermano y Señor,
que desde el Cielo nos cuida y nos protege,
y nos envía a la tierra paz, amor y bienestar!
Así sea.
Rezar cinco Padrenuestros y cinco Glorias
en honor a las cinco Llagas de Jesucristo.
La oración y los rezos se hacen con mucha devoción
y confiando plenamente en Jesús del Gran Poder,
durante cinco días seguidos.
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