SAN VICENTE FERRER, BENDICIÓN DEL AGUA PARA QUE SANEN LOS ENFERMOS


San Vicente Ferrer fue pródigo tanto en vida como después de ella, en la realización de milagros (curaciones, liberación, conversión de musulmanes, judíos, herejes y pecadores, resurrección de muertos...), tantos que en su proceso de canonización, se dejaron de registrar cuando llegaron al 800º. En vista de esta fama, los padres dominicos bendecían el día de su fiesta un agua que se daba a los enfermos.
 
BENDICIÓN DEL AGUA PARA LOS ENFERMOS
EN HONOR A SAN VICENTE FERRER

El Sacerdote, revestido con la estola, dice:

 
S: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
R: Que hizo el Cielo y la tierra.
S: Bendito sea el nombre del Señor.
R: Desde ahora y para siempre.
S: Señor, escucha mi oración.
R: Y mi clamor llegue hacia Ti.
S: El Señor sea con vosotros.
R: Y con tu espíritu.


Oremos:

    Humildemente te suplicamos, oh Señor,
pidiéndote que así como una vez bendijiste
la roca en el desierto, saliendo de ella
una copiosa fuente de agua cuando Moisés
la golpeó dos veces con su báculo,
significando por este doble golpe
el misterio de tu Pasión y de los dos leños de la Cruz,
  nuevamente santifiques
con tu inagotable bendición esta agua
por el misterio de la misma Santa Cruz,
y que toda persona enferma que beba de ella
o que sea asperjado con la misma
experimente el efecto salutífero de tu bendición;
por Jesucristo Nuestro Señor.
 
Amén.

Bendigo esta agua en nombre de Dios, +,
Padre todopoderoso,
que creó este grato elemento
para uso del hombre y lo ennobleció
por su admirable poder para lavar
las manchas de alma y cuerpo,
para ser bebida al sediento;
refrigerio para los que sufren de estío;
vía y camino para los navegantes;
y que en el agua y por el agua en el diluvio universal,
cuando las cataratas del cielo llovieron
por cuarenta días y cuarenta noches,
aunque perdonando la vida
de las ocho personas en el Arca,
prefigurando el Sacramento de la Nueva Alianza.
 
Que Él ahora bendiga y santifique esta agua,+,
 para que por la invocación de su Santo Nombre
y el de San Vicente, pueda sanar a los enfermos,
fortalecer a los débiles, animar al decaído,
purificar al impuro,
y dar pleno bienestar a los que lo buscan,
en el nombre del Padre,+,
y del Hijo,+,
y del Espíritu Santo,+.
 
Amén.

   
Tocando el agua con una reliquia
o imagen de San Vicente, se dice:

    ORACIÓN
 
Escucha, Señor, nuestras súplicas,
y por los méritos de San Vicente,
cuya reliquia (o imagen) aplicamos a ella,
derrama tu constante bendición
sobre este elemento, agua,
y sea una bebida salutífera
para aquellos que usen de ella.
 
En el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
 
Amén.
 
Esta señal de la Cruz debería trazarse
con la reliquia o imagen.
  
Antífona:
 
Que San Vicente sea con nosotros en el ocaso de la vida,
para conducirnos por seguro camino a Cristo.
 
Ruega por nosotros, San Vicente.
para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ORACIÓN
 
Oh Dios, que hiciste que la multitud de las naciones
viniese al conocimiento de tu Nombre
por la admirable predicación de tu confesor
el bienaventurado San Vicente,
concédenos te suplicamos,
que merezcamos tener como Premiador en el cielo
a Aquél que anunció en la tierra como Juez venidero.
 
Por Jesucristo nuestro Señor.
 
Amen.

 
 
 

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